La campana suena para todos: niños hospitalizados en el Hospital Dr. Gustavo Fricke SSVQ también tuvieron su primer día de clases
- Escuela intrahospitalaria CANEC dio inicio a las clases presenciales a través de sus modalidades, visitando a los alumnos – pacientes crónicos – a domicilio, y en las salas de hospitalización.

Los niños, niñas y jóvenes hospitalizados en el Hospital Dr. Gustavo Fricke, así como aquellos que son pacientes crónicos complejos y se encuentran en sus casas, también tuvieron un primer día de clases, con el inicio del año escolar de la Escuela Intrahospitalaria CANEC.
El establecimiento más antiguo del país, con 21 años de existencia, es reconocido por el Ministerio de Salud y recibe este año a 35 estudiantes en diferentes modalidades, a domicilio, en sala de hospitalización y en el aula multigrado que se encuentra habilitada en el nuevo Hospital Fricke, con lo que se encuentran, además, inaugurando sus instalaciones. Tal como lo señala Pedro Cepeda, Director de las Escuela CANEC, “efectivamente estamos contentos porque este año comenzamos la presencialidad total en sala de aula multigrado del Hospital, en las salas de hospitalización y partimos hoy también con las atenciones en domicilio. Así que los papás y las mamás están bien contentos y bien ansiosos por ingresar a clases, estaban bien contentos en la mañana cuando fuimos a algunas casas visitarlos. Y contentos por estar en la casa nueva en el Hospital Fricke y festejando que el Hospital está bien bonito y funcionando bien”.

Y los estudiantes están contentos. Aunque están temporalmente hospitalizados, no se perderán ninguna clase y cuando estén de alta podrán retomar sus estudios en su establecimiento regular, siendo reconocidas sus materias y calificaciones. Sofía Galaz, de 14 años, de Quintero, cuenta que está hospitalizada porque “me encontraron cálculos en la vesícula y no he podido iniciar, más que estar acá en la escuela hospitalaria. Justo me enfermé cuando íbamos a comprar las cosas, así que todavía me faltan las cosas. Encuentro que es bueno, porque así los niños que están más tiempo pueden estudiar. Fue raro empezar acá el año, (estoy haciendo) una guía de Lenguaje que se trata de un cuento, donde tengo que contestar preguntas y redactar” .

Por su parte, Martín Albani, de 13 años, de Viña del Mar, señala que “El jueves llegué porque me salieron alterados los exámenes y me detectaron diabetes tipo 1. Hoy día ya me voy de alta. (Me tocó) una tarea de fracciones”.

“Lo que garantizamos como escuela es que es un proceso terapéutico en el sentido de que nuestro trabajo está orientado a que los jóvenes, niños y niñas tengan una mejor calidad de vida durante su proceso de tratamientos médicos. Por lo tanto, la idea es que vengan, tengan un proceso de estimulación cognitiva, y recuperen lo más rápido posible su salud. Eso es el propósito nuestro y que los niños la pasen bien, en el fondo, es que tengan un mayor bienestar en sus vidas y con sus familias”, finaliza Pedro Cepeda.